Para nadie es un secreto que el mundo cambia tan velozmente que es casi imposible seguirle el paso, y sin duda, los negocios no quedan ajenos a esa confusión tecnológica. Sin embargo, si estás leyendo esto, es porque entre el torbellino de cambios y facturas te encontraste un término que necesitas comprender: la firma electrónica simple.
La economía digital está llena de desafíos, pero sabemos que también desborda oportunidades para las empresas y profesionales. Si estás buscando en la tecnología un nuevo aliado, ¡estás en el lugar correcto!
Sigue leyendo, porque en este artículo te acompañaremos en la aventura por mejorar tus trámites legales y procesos tributarios: exploremos juntos qué es una firma electrónica simple, por qué son seguras y de qué forma te pueden ser útiles.
¿Todo preparado? Partimos.
¿Qué es una firma electrónica simple?
En pocas palabras, una firma electrónica simple es una versión digital de tu firma normal en papel. También conocidas como certificados digitales, podrás encontrar muchas definiciones: desde las más técnicas, hasta las que explican su uso con equivalencias. Por ejemplo, para el SII, un certificado digital es el equivalente a un carnet virtual.
Sea cual sea la definición, este tipo de firma tiene tres distinciones fundamentales:
- Es un archivo electrónico que puede almacenarse en cualquier plataforma que lo permita, entregando un nivel de seguridad y privacidad distinto a un instrumento físico.
- Es distinta a una firma electrónica avanzada, que posee un sistema tecnológico y legal mucho más sofisticado.
- Su valor como prueba de identidad está tan reconocido legalmente, que es igual a una firma en papel, solo que sin necesidad de una notaría.
Con eso dicho, si desde la duda legítima o la desconfianza generacional te preguntas, cómo es un instrumento tan confiable entre tantas estafas virtuales, ¡sigue leyendo y descúbrelo!
¿Cuáles son las garantías legales de una firma electrónica en Chile?
Las garantías legales de una firma electrónica en Chile son amplias, e incluso fueron pioneras. Se debe, nada más y nada menos, que a la Ley 19.799: sobre documentos electrónicos, firma electrónica y servicios de identificación de dicha firma.
Esta legislación, vigente desde el 2002, ha sido la encargada de garantizar todo un sistema de instituciones y servicios que fiscalizan y promueven altos estándares de seguridad.
La llamada Ley de Firma Electrónica (LFE), estableció un marco legal fundamental para el desarrollo de esta tecnología y todo el mercado que la rodea: definió la firma electrónica como un equivalente a la firma en papel.
¿Qué tiene de importante? Te lo explicamos en fácil: en Chile toda firma se presume como válida, excepto si con pruebas se demuestra lo contrario. Entonces, la LFE otorgó la misma persecución judicial y consecuencias penales, a cualquier falsificación o mal uso de una firma electrónica.
Si a esto le sumamos que, gracias a la tecnología es mucho más fácil detectar falsificaciones e identificar a los responsables, tenemos la fórmula perfecta: una firma más segura que la tradicional.
Es así como, para la tranquilidad y comodidad de toda la sociedad, los certificados digitales pueden ser usados con toda confianza para diversos trámites públicos y privados: ¡son más de 20 años de experiencias sin problemas!
Ahora, vamos a lo práctico.
¿Para qué sirve una firma electrónica simple?
La seguridad no es lo único que sostiene la popularidad de este sistema; también son las múltiples situaciones en las que sirve una firma electrónica simple. Especialmente las personas empresarias o contadoras, son quiénes más se benefician de las soluciones prácticas que ofrece.
Descubre cómo puede ayudarte, un certificado digital, en el impulso a tu negocio y trabajo:
Autenticidad
Uno de sus usos más comunes es para garantizar la autenticidad de un documento, o para validar la identidad de la persona que lo firma. Algo clave en los rubros que requieren amplias garantías de confianza, para ejecutar transacciones o autorizaciones seguras. Más aún, si se trata de procesos a distancia, por Internet o con un alto volumen de personas involucradas. ¡Deja de lado las preocupaciones y aprovecha esa energía disponible en lo que quieras!
Procesos ágiles y con ahorro
Quién puede negar, que cuando más necesitas que tu impresora funcione, falla. Independiente de lo anecdótico, esta situación retrata muy bien el punto. Olvida el tedioso proceso de imprimir, firmar a mano, timbrar, escanear o enviar por correspondencia, cualquier documento. Ahorra tiempo, energía y dinero, al conseguir un flujo de trabajo mucho más ágil con una firma electrónica simple.
Cumplimiento legal
Debido a la acelerada digitalización del Estado que buscaba facilitar el cumplimiento de los trámites esenciales durante la pandemia, actualmente hay muchas obligaciones, procesos y postulaciones para empresas que se manejan casi exclusivamente por internet. Evita perder tiempo y dinero en filas presenciales innecesarias, o perder oportunidades de vinculación con instituciones públicas claves, gracias a un certificado digital de uso fácil y directo.
Apoyo a tus metas ambientales
Aunque los documentos digitales son una realidad cotidiana hace harto tiempo, muchas veces es necesario imprimir y almacenar kilos de papeles al año, solo para oficializar su contenido con una firma manuscrita. Súmate al movimiento global por reducir la huella de carbono y destaca tus cifras entre los competidores del rubro: al ahorrar recursos y energía con una firma electrónica como tu mejor aliada, también estás ayudando al planeta a enfrentar de mejor manera la crisis climática.
Facilitación de la contabilidad
Da el siguiente paso en tu desarrollo, con un sistema que te permita concentrarte en alcanzar el éxito. Deja atrás las largas horas de documentación tributaria y todo ese estrés por obtener la firma faltante. ¿Lo recuerdas? Puede mantenerse así mismo, como una idea del pasado, con tan solo unos clicks que te permitan disfrutar de la comodidad de un certificado digital.
Con la firma electrónica simple puedes realizar todo tipo de diligencias en el Servicio de Impuestos Internos o en cualquier otra plataforma que utilices.
Algunas de ellas son:
- Inscripción e ingreso a los sistemas de facturación electrónica.
- Realizar consultas, declaraciones de renta y rectificaciones, de manera online.
- Firmar electrónicamente y a distancia todos los documentos tributarios.
- Levantar operaciones cómodamente con otras organizaciones o entre empresas.
¿Qué te ha parecido? Esperamos que esta aventura, por una de las maravillas de la tecnología y la era digital, haya sido educativa y te motive a dar el siguiente paso hacia el éxito en tu gestión financiera.
Tenemos un compromiso por acompañar, a pequeñas y medianas empresas, durante todo su recorrido de desarrollo y transformación digital. Y lo hacemos como acabas de ver: con una orientación rápida, eficiente y transparente.
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Atrévete a dar el salto que marcará un antes y un después en la historia de tus procesos.
Revisa nuestros certificados digitales de duración anual, certificados de 2 años o certificados de 3 años de vigencia.
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