La conectividad a internet es un factor clave para el desarrollo de cualquier sociedad. Sin embargo, en Chile, a pesar de los avances en el acceso a la red, la brecha digital sigue siendo un desafío. A continuación, analizamos el estado actual de la brecha digital en el país, sus causas y principales desafíos a futuro. ¡Sigue leyendo!
Qué es la brecha digital
Es todo lo que tiene relación con la desigualdad en el acceso, uso y aprovechamiento de las tecnologías digitales en diferentes segmentos de la población. Aunque el país ha logrado avances importantes en conectividad, persisten desafíos que afectan a millones de personas en términos de inclusión y oportunidades digitales.
Este fenómeno no se trata simplemente de tener o no acceso a internet, sino también de las habilidades necesarias para saber usarlo de manera efectiva. Para entender mejor este problema, es necesario tener en cuenta los tipos de brecha digital existentes; en general, se pueden distinguir tres tipos:
- Acceso: diferencias en la disponibilidad de tecnologías, como internet, celulares, computadores, etc.
- Uso: capacidades y habilidades de las personas para interactuar con estas herramientas.
- Calidad: desigualdad en la velocidad y estabilidad de las conexiones.
La situación actual de la brecha digital en Chile
De acuerdo a datos recientes proporcionados por la Subsecretaría de Telecomunicaciones (SUBTEL), el 94,3% de los hogares en Chile dice tener acceso propio y pagado a internet. Esto significa un avance importante en el objetivo de reducir la brecha tecnológica, especialmente en áreas rurales, donde la conectividad móvil ha desempeñado un papel significativo en la disminución de desigualdades.
No obstante, a pesar de este progreso, el problema persiste bajo otras dimensiones. Según un estudio presentado en el Mobile World Congress (MWC) 2025, alrededor de cinco millones de personas en Chile todavía enfrentan alguna forma de brecha digital. Así, solo el 74% de la población está conectada a servicios de internet 4G, mientras que el 25% tiene problemas de uso o calidad.
La desigualdad socioeconómica es un aspecto clave que influye directamente en el acceso y uso de tecnologías. Por ejemplo, las personas de deciles más altos tienen mucho más acceso a internet y utilizan mejor sus herramientas, mientras que aquellas con menores ingresos y niveles educativos enfrentan barreras significativas. Estos factores que influyen en la brecha digital van desde limitaciones financieras, hasta la falta de alfabetización digital.
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Principales causas de la brecha digital
- Desigualdad económica: los hogares con ingresos más bajos tienen menos acceso a dispositivos y servicios tecnológicos.
- Limitación de infraestructura en sectores rurales: aún persisten las comunidades donde el acceso a internet es limitado o inexistente.
- Falta de alfabetización digital: muchas personas carecen de las competencias necesarias para aprovechar al máximo las tecnologías disponibles.
¿Cómo afecta la brecha digital a la sociedad?
Su efecto en la sociedad se manifiesta en múltiples niveles. Impacta servicios esenciales como la educación, el trabajo y la salud, limitando el acceso a recursos y oportunidades. Por ejemplo:
- Acceso desigual a trámites digitales: solo un bajo porcentaje de la población utiliza internet para interactuar con organismos estatales o realizar trámites digitales.
- Bajo desarrollo de habilidades laborales: la falta de alfabetización digital en grupos vulnerables limita su empleabilidad en el creciente mercado tecnológico.
- Segmentación social: las desigualdades existentes en el mundo físico se trasladan al entorno digital, ampliando aún más las barreras entre grupos.
Los desafíos de cara al futuro
El panorama en Chile deja claro que, aunque se han realizado esfuerzos significativos para cerrar la brecha digital, aún queda un largo camino por recorrer.
La Agenda Digital 2020, que buscaba digitalizar trámites y mejorar la conectividad, avanzó en gran medida, pero no alcanzó todos sus objetivos. Desde ahí es que áreas clave como competencias y derechos digitales necesitan un trabajo más profundo para generar un impacto duradero.
Como parte de los desafíos pendientes, es fundamental seguir impulsando iniciativas como el Plan Brecha Digital Cero 2022-2025 y profundizar en el desarrollo de habilidades tecnológicas para que todos los ciudadanos puedan participar activamente de la sociedad digital.
El rol de las firmas electrónicas en la inclusión digital
Con las firmas electrónicas, ya sea un Certificado Digital o una firma electrónica avanzada, se democratiza el acceso a servicios y trámites que antes solo estaban disponibles de manera presencial. Esto permite la participación de poblaciones vulnerables, como personas con discapacidades o que viven en zonas alejadas, facilitando su integración a la sociedad digital.
Por otro lado, ofrecen una mayor seguridad y validez jurídica en transacciones y contratos realizados a través de medios digitales. Esto ayuda a fomentar la confianza en el uso de tecnologías digitales, impulsando así su adopción masiva.
En definitiva, al adoptar este tipo de tecnologías, se puede facilitar el acceso a servicios esenciales y promover la participación de más ciudadanos en la economía digital.
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